Entrada a los Estados Unidos en alturas: Montana

Joerg y yo pensábamos que entrar en los EEUU, después de haber hecho Waterton Lakes National Parks, iba a ser chupado. No teníamos idea de las subidas infinitas hasta finalmente alcanzar la estación fronteriza de Chief Mountain, que solamente esta en funcionamiento durante los meses de verano. Al menos cruzar la frontera no podría haber sido más fácil. Rápidamente el oficial me devolvió mi pasaporte, obviamente mas interesado en seguir platicando con sus colegas que en la locura de viajar de una punta a la otra del continente. Y aquí estoy en los Estados Unidos de América, Tío Sam mirándome desde la cima de esa montaña rocosa.

Queríamos celebrar nuestra entrada en los EEUU con una gorda hamburguesa jugosa y papas fritas grasosas, solamente para seguir los estereotipos. Una vez en St Mary, a las puertas del Glacier National Park, estábamos bastante decepcionados cuando la mesera de la cafetería que nos iba a hacer realidad nuestro deseo de la hamburguesa, nos dijo que iba a tardar unos 30 a 45 minutos de espera hasta poder servirnos. Queríamos entrar en el parque antes de que oscurezca, así que finalmente acabamos en una cantina mexicana celebrando nuestra entrada en USA con burritos.

St Mary realmente no es demasiado bonito, más bien sirve de resort y centro de servicios para El Glacier National Park. El parque que acabábamos de visitar antes de salir de Canadá coopera con este bajo el nombre Waterton-Glacier International Peace Park. Por última vez íbamos ser capaces de ser testigos de un escenario de montaña como las que habíamos visto en Canadá. También podíamos disfrutar de una bajada de mas de 1000 metros de altura que parecía interminable porque duraba como veinte kilómetros, siempre sentados sobre el asiento sin tener que pedalear bajando las serpentinas.

Fue al otro lado del parque, en Colombia Falls, que finalmente paramos para poder echar un vistazo al libro Cycling the Great Divide, encontrado gracias a un amable empleado de la librería Bad Rock Books y la determinación de Joerg que no se cansaba de preguntar por este libre difícil de conseguir en almacén. De esta manera nos ahorramos comprar los mapas Great Divide Mountain Bike Route, un itinerario hecho por la Adventure Cycling Association. Esta ruta enlaza la frontera Canadiense con la Mexicana a través de senderos y caminos de bosque, a veces caminitos, siempre siguiendo la gran divisoria continental. La mayoría del tiempo no es asfaltada. Desde que escuche hablar de esta ruta por primera vez en Colombia Británica me interesaba, ya que me permite quedarme aun mas pegado a la divisoria que anteriormente pensaba. La idea no era seguir únicamente esta ruta, porque para eso hubiéramos comprado los mapas, pero si hacer trozos que nos parecían atractivos y convenientes para nuestro itinerario. Adiós al tráfico en estos tramos y un olé! a los laguitos que descubrimos a lo largo de estos caminos, las ardillitas que por las noches visitaban mi tienda de campaña y las bajadas arriesgadas cruzándome con una manada de vacas asustadas!

Y pues también había que pasar por algunas ciudades. En Helena, la capital del estado, fuimos alojados por un estudiante jugador de futbol americano para su equipo de College. Fue divertido ir a ver un partido, con himno nacional, cheerleaders, música y la peña loca incluida. Por un momento me sentía como en una de esas películas de teenager americanas. También aproveche y ordene nuevos estantes (racks) de bici, para remplazar los deteriorados antiguos de aluminio que llevaba. Iban a ser enviados un miércoles a casa de unos Couchsurfers que nos iban a alojar. Finalmente llegaron un viernes, pero la gente parecía estar contenta de tenernos en casa por dos días mas que previsto. Siempre se aprecia conocer un sitio a través de los ojos de alguien local. Muchas gracias a Galen y sus compis de piso y a Justine y Eric por su hospitalidad fenomenal!

Mi equipaje, entonces mucho mejor fijado a mi bicicleta. Pero seguir nuestra ruta después de Butte no fue demasiado agradable. Una densa nube de humo nos daba un mal gusto en la garganta. Por durante mas de una semana pasamos por esa nube, a veces mas a veces menos densa, causada por fuegos forales en el estado vecino de Idaho. Después de hacer un tramo permitido para ciclistas sobre la Interstate, a la altura de Lima, o “Lymaa”, para no confundir este pueblo de 242 habitantes con la metrópolis Peruana, regresamos a la ruta de la divisoria continental de nuestro libro. El día siguiente nos preparamos una exuberante cena de camping y abrimos unas latas de cerveza para festejar nuestro último día compartiendo camino Joerg y yo. Después de haber entrado en Idaho la siguiente mañana Joerg tomo la carretera sur dirección Salt Lake City, para después encontrarse con su novia en San Francisco y continuar su ruta al borde de la costa juntos. De mi lado, tuve un pequeño flirt con Idaho por unos 30 kilómetros, yendo noreste para entrar al famoso Yellowstone National Park. Después de dos meses de buena compañía y una amistad que se desarrollo de manera interesante, aquí estoy devuelta solo sobre la carretera… pero grandes descubrimientos me esperan.

Para ver más fotos de Montana pulsea aquí

Mapa de la ruta tomada en Montana:


Parcours cycliste 1832512 – powered by Bikemap

 

 

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